domingo, 23 de mayo de 2010

Cuarta entrevista

Ingmar Bergman

Hijo de un pastor luterano y de una madre de origen valón, Ingmar Bergman nació en el seno de una familia muy estricta, en la que la buena conducta y la represión de los instintos se consideraban virtudes. Él y su hermana compraban trozos de película para el proyector familiar y construyeron también un teatro de marionetas. Bergman no contaba aún veinte años cuando dejó a sus padres para instalarse en Estocolmo. Desde entonces, se dedicó al teatro universitario y fue en esta época, entre finales de los 30 y comienzos de los 40, cuando entabló amistad con Erland Josephson y Vilgot Sjöman. En 1942, tras el estreno de una de sus obras,adquirió la fama con que hoy se le conoce de uno de los directores más importantes del cine mundial.
http://www.maestrosdelcine.galeon.com/biohitchcock.html

HV: Señor Bergman ¿cuál es para usted el arte de su predilección?
IB¨: De niño amé las marionetas, quizás por ello dediqué buena parte de mi juventud al teatro, aunque lo hiciera de forma intermitente. En la década de los 50 monté un promedio de dos obras nuevas cada invierno en el teatro municipal de Malmo, poniendo en escenas autores como Ibsen, Strindberg, Moliere, Shakespeare y Tenesse Williams.
HV: ¿Eso quiere decir que usted siente su arte marcado por su infancia?
IB: ……Bueno…..quizás……no sé…… uno de mis primeros guiones, se llamó Tortura, llevado a la pantalla por el importante cineasta sueco Alf Sjöberg, se basaba en un recuerdo personal: el terror que me inspiraba uno de mis profesores.
HV: …..Vaya una buena forma de exorcizar sus miedos….
IB: Sí, creo que eso fue y ha sido el cine para mí.
HV: Háblenos un poco de su primera película
IB: En 1945, la Svensk Filmindustri me ofrece la oportunidad de dirigir Kris, adaptación de una obra danesa cuyo protagonista, expresa sus temores, ansiedades, aversiones y aspiraciones personales.
HV: ….¿Sera que de nuevo aparece aquí reflejado un alter ego?
IB: No cree señorita, que está usted insistiendo demasiado ene el mismo asunto…..
HV: …..Quizás…en realidad sólo trato de comprender el origen de su filmografía
IB: Yo creo que todo autor inteligente debe estar irremediablemente separado de su entorno y el ser humano se halla constantemente en conflicto con la autoridad en cualquiera de sus manifestaciones, sin tener ni siquiera posibilidad de creer en una fuerza superior.
HV: Vaya, encuentro un poco pedante esa afirmación……pero sigamos. ¿Películas como La sed (1949) y Hacia la felicidad (1949), muestran una nueva preocupación en Bergman?

IB: No es pedantería, es conocimiento. Allí abordo el tema de la pareja enredada en una lucha sin cuartel. Prisioneros el uno del otro, los amantes protagonistas se entregan a un combate cuerpo a cuerpo, un torneo oratorio despiadado con evidentes resonancias de Strindberg.
HV: Su carrera en Suecia estuvo a punto de verse frenada a causa de la desfavorable recepción crítica de Noche de circo (1953), ¿es cierto eso?
IB: Veo que a usted le encanta la provocación. Esta película aborda sutiles variaciones sobre la incomunicación en el seno de la pareja. Es un análisis mordaz del deseo, el sentimiento de culpa y la vulnerabilidad humana…. No a todos les gusta verse retratados.
HV: Pero la obtención por parte de Sonrisa de una noche de verano del Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes de 1955, volvió a situarle en posición privilegiada y le permitió abordar un proyecto que acariciaba desde tiempo atrás: El séptimo sello (1956)
IB: Sí, es una alegoría sobre la vida y la muerte.
HV: Allí se refleja a la vez su concepción afectiva e intelectual de Dios y su intuición del posible holocausto nuclear.
IB: Es un interesante comentario
HV: Desafortunadamente el tiempo se nos agota, para seguir comentando una a una sus películas, pero esperemos haber dejado inquietado a nuestros lectores para que se acerquen a su fabulosa filmografía.
IB: Sí es una lastima que usted hubiese gastado tanto tiempo en su vanidad, olvidamos mencionar entonces filmes como: Fresas salvajes (1956), Los comulgantes (1962), El silencio (1963), Fanny y Alexander 1982, Bille August (1992),entre otras.
Gracias por su tiempo señor Bergman, su filmografía siempre mostró a un hombre reflexivo y filosófico, que analizó la angustia de un mundo que se interroga sobre Dios, la dicotomía Bien/Mal y, de una forma más general, sobre el sentido de la vida. Siempre cáustico, brillante y satírico.

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